La Formula 1 es una mierda

La gente tiende a sentirse atraída por aquello que no puede tener, como bien se dice en “The Thomas Crown affair”, si bien con no las mismas palabras, es más estimulante conseguir que conservar. Una vez se consigue algo, tenemos la necesidad de dar otro paso, aunque aquello que hayamos conseguido no lo dominemos, o no esté 100% bajo nuestro control.

Desde el inicio de esta edición del Formula 1 World Championship tengo una extraña sensación. Las carreras me interesan, las miro, siguen siendo, alguna más que otra, interesantes. Pero cada vez espero más rato a encender la tele y tardo menos en apagarla.

La F1 tiene un halo de exclusividad, de desarrollo o de opulencia que encandila a cualquiera. Sin embargo, la F1 no es otra cosa que otro pequeño círculo de personillas que se relaciona única y exclusivamente con gente de ese mismo círculo, sintiéndose de alguna forma especial, pensando seguramente que cada domingo a las 14:00 el mundo se detiene porqué ellos están haciendo aquello por lo que les pagan.

La cuestión que vengo planteándome desde el inicio de esta temporada es la siguiente: ¿Porqué millones de espectadores deben estar a la expectativa de lo que hagan un puñado de personas? La pregunta es algo abstracta pero intentaré dar algún ejemplo, ya que esa es la única forma de ilustrar algo con elocuencia.

En el pasado GP al terminar la carrera una discusión de patio de colegio enzarzaba al bueno de Alonsimio con el bueno de Massa en una lucha dialéctica del más alto nivel, de una sutileza y elegancia nunca vistas. Entretanto el bueno de Alonsimio hacia el mongo ante la cámara como suele hacer al bajarse del coche, y el brasileño menos hábil en lluvia de la historia intentaba mostrar sus artificiales dotes de vecino de Sicilia que no ha aprendido bien en el seno de la Scuderia.

Durante tres dias más o menos cada dos semanas, multitud de medios de comunicación persiguen a gente de la F1 como si de dioses se tratara, con claras muestras de lameculismo, intentando vender un producto cuyo interés debería radicar tan solo desde los instantes que el motor empieza a rugir hasta que el primero pasa por meta.

La sensación que tengo es que la F1 es una colección de personajillos, uno detrás de otro, no se salva ni uno. La sensación que tengo es que la mayoría de gente que está en la F1 simplemente está en ella por lo que su imagen representa, no por un verdadero interés en lo que significa, o al menos en lo que significa para mi.

Personalmente, las campañas publicitarias de los equipos me la traen floja, cuando estas se basan en hacer salir a sus dos pilotos a hacer el gilipollas, con una vieja gloria al final de todo como guinda del pastel, o por ejemplo con un chorrocientasmil veces campeón del mundo limpiándose el pelo. El no va más es el locutor de turno haciendo propaganda de tarjetas de crédito, ¿Qué coño tiene que ver todo eso con la F1? ¿Qué tiene todo eso que ver con diseñar, fabricar y hacer correr el coche más rápido que puedas?

En fin, supongo que en la F1 hay un montón de perfiles técnicos en nómina, pero creo que hay demasiados perfiles publicitarios en ella. Quizás la F1 sin publicidad y sin tanta imagen llegaría a la mitad de gente. Pero quizás de esa forma la F1 se basaría en hacer correr el mejor coche que puedas diseñar, quizás de esa forma no existirían Federaciones de “pa sucat amb oli” que sancionan acciones según la situación del campeonato, o quizás no existirían circuitos que cobran entradas a precios abusivos para el espectáculo/comodidades que ofrecen. Y lo más importante de todo, quizás la F1 estaría libre de tanto gilipollas.