14/2/07

Estadística y otras memeces

Dentro de más o menos un mes el 2007 Formula 1 World Championship verá la luz tras un largo embarazo en el que la tónica normal de la pretemporada ha ocupado la prensa del sector. Que si unos entrenamientos por aquí, una presentación por allá… cada año por esta época se transmite la misma mierda por los canales habituales sin que reparemos en protestar. Como aficionados a la F1 podríamos exigir a los medios que nos informan sobre ello que nos cuenten algo que no sepamos, o si más no, que lo hagan con un alarde de talento informativo despampanante.

Sin embargo, como resulta evidente a la luz de lo que las cadenas de televisión están emitiendo estos días sobre la F1, el criterio a la hora de informar sobre el deporte en cuestión se reducen simplemente a decir que es lo que ha hecho Fernando Alonso Díaz, siempre bajo la premisa que haya hecho mejor tiempo que su compañero de equipo ese día, cosa que este invierno ha sucedido más o menos la mitad de veces.

Así pues, acostumbrados ya al maravilloso y profundo tratamiento informativo que se hace de la F1 en nuestras tierras, Freaks Track solo puede hacer una cosa. No os engañéis, no nos erguiremos como una fuente alternativa de saber, donde eruditos de la misma talla divaguemos sobre cuantos debates nos plazca. No, al contrario que eso, nos cagaremos en todo. Básicamente porqué es un recurso fácil y porque coño, es más molón cagarse en todo que hablar de algo en profundidad.

La temática que nos va a ocupar hoy va a ser de lo más banal posible. Después de meditar en un viaje en tren sobre un posible artículo argumentando que Frank Williams no es paralítico y que disimula su invalidez para conseguir ventajas fiscales, o un relato sobre la posible transexualidad de Flavio Briatore, he concluido en hacer algo más digerible y que no requiera de tanta inventiva para empezar.

Hoy vamos a hablar de los feos. El mundo está lleno de feos. En la carnicería, haciendo cola en el cine, esperando a que el semáforo se ponga en verde, dando clases de inglés… uno se encuentra feos por todas partes. Así, a bote pronto, uno puede decir que la mayor parte de personas del planeta son feas, distribuyéndose en ese gran grupo en varias clases que van des de los feos de cojones hasta lo que rozan lo aceptable.

De esta forma, si uno considera que el ser humano muestra interés por sus congéneres por las afinidades que comparte con ellos, podríamos llegar a la conclusión que la gente fea se siente identificada con el resto de feos. Lo mismo pasaría con los gordos, los negros, los cristianos, solo depende del nombre del colectivo que pongamos.

Siguiendo por esta línea de razonamiento hay un dato que no se nos puede escapar. Fernando Alonso Díaz, tal y como manda la estadística, es feo. Pero feo cosa mala. Además el pobre chico está dentro del colectivo de pilotos de F1, donde el porcentaje de feos es realmente alto. De esta forma, haciendo una compleja asociación de ideas entre el anterior párrafo y éste, si uno es un fan de Fernando Alonso tiene muchas posibilidades de ser feo, característica que puede ser cambiada por cualquier otra de las propiedades que definen al astro asturiano, legionario de honor, y que estadísticamente deberían ser compartidas obligatoriamente por los afines a el individuo en cuestión.

Por otro lado, también puede hacerse el razonamiento al revés y pensar que si uno es feo, corre el riesgo de ser fan de Fernando Alonso Díaz. Por lo tanto y haciendo un repaso final a este escrito que pasará a la historia como un texto tan veraz, necesario e irrefutable como la Constitución Espa ññ ola que tal, los fans de Fernando son feos y probablemente es difícil encontrar un feo que no sea fan de Fernando Alonso. La estadística, como la genética, es caprichosa.

Hasta aquí el estudio sociológico de hoy y me despido con un documento gráfico espeluznante: